No me equivoque cuando escribí en este mismo blog "El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen". No me equivoque cuando entendí que él siempre iba a ser mi debilidad. Sin embargo hay algo que cambió, ahora no lo miro con los mismos ojos ni justifico esas cosas que parece hacer para lastimar a los que lo quieren. 

Será que estamos grandes para boludeces, suele decir mi papi.
O maybe me cansé del todo.
Es muy triste despegarse de esa persona. De querer estar el resto de tu vida con ella, pasar a dejarla ir. No se, no estoy tan enojada con Dios, por lo menos esta vez me dio el don de abrir los ojos a tiempo.


El día que entendí las cosas fue cuando lo vi con otra chica. Hubiera hecho un escándalo. Le hubiera gritado lo que pensaba de él en enfrente de sus amigos. Me hubiera ido, llorando, porque el puto día que había elegido para verlo, ese puto día él no me daba ni la hora. Pero decidí quedarme, porque en realidad no me afectó tanto y me quede escuchando la música y me enamoré de ese pibe que tocaba la guitarra y del que cantaba también, porque para mi esos eran los verdaderos hombres de la fiesta. Y cuando todo se había calmado lo bese y lo ame y le dije cuanto lo había extrañado, pero solo por esa noche ya que de ahí en mas la cabeza me iba a explicar bien, como quería proceder el corazón.


Lo más loco de todo es que él conoce todo el amor que le tengo, pero no conoce todo ese odio que acumulé durante tiempo. Odio que después se fue y ahora no queda nada. Simplemente, ya no lo necesito.


Eso es lo que siento en este momento.


MB.