Ni tan ebria, ni tan desesperada como para hablarte, me senté en la ventana a esperarte y te imaginé parado allá, solo a una vereda de distancia, tan calmo como me gustas.
Y entre las cosas que nunca hubieses hecho, sonreírme era una, pero lo hiciste. Y yo corrí y te besé y lo filme todo desde arriba, como en lo sueños ¿Sabés? Como en Romeo y Julieta, como en esa historia que sigo guardando en "imaginación", porque en "recuerdos" no podré buscarla nunca
"... que sigo guardando en "imaginación", porque en "recuerdos" no podré buscarla nunca"
ResponderEliminarlo amé