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viernes, 13 de mayo de 2011

¿Cuánto deseabas, en realidad, volver a estar solo?
Te entregaste a los vicios y vendiste tu alma en pedazos a cualquiera que careciese de una...
Yo recuerdo, esa no fue tu idea inicial, pero Don Dios te arruinó la jugada y el plan "B" no te supo tan mal. Y los que pensaban que te conocían, ya no te reconocen. Y tu alegría se fugó cuando descubrió que tendría que laburar demasiado.
Ya no te queda nadie, ¡Y qué bien acompañado te sentís! En el mundo de un "Sin-Corazón" no hay arma suficientemente poderosa como para atravesar un pecho. No hay necesidad de aparentar, sos quien siempre supiste, serías... pero no tenes con quien compartirlo.

¡Ay María, María, María! Te intriga saber a donde se dirige el tranvía...

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