Esto de la rebeldía me está matando. Me creía muy piola por acostarme a la hora que quisiera y saltearme la cena,  pensando que no iba a haber consecuencia alguna...
- ¡NO! ¿¡LA CENA!?
Sí, te juro. Pero resulte ser una pelotuda que se levantó a las 2 de la mañana sin sueño y con un dolor de cabeza  frustrante. ¿Y que podía hacer?. En este estado de adolescente perdida con cierta dosis de ibuprofeno encima, no podía hacer mucho... Fue entonces se me ocurrió algo:
- ¿Estudiar?
No, claro que mi idea no fue la de estudiar. Pero alguien me dijo una vez "Mi oficio es ser poeta" y decidí que esta vez mi título sería el de "Escritora del alma". Marketinero, ¿no? Pero la realidad es que este oficio lleva su tiempo, uno debe estar siempre inspirado o sus textos pasan a ocupar parte de la categoría "Mierda".
Me dispuse a escribir sobre el amor, y cuando quise acordar, la nota se estaba volviendo ya, algo extensa.


Repase mis palabras: nadie sera mas culto después de leerlas, pero una vez que cobran vida es injusto hacerlas desaparecer.
MB.