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domingo, 1 de mayo de 2011

Ellos son el sistema, porque el sistema los hizo. Algunos, un tanto imperfectos, caminan amenazando sacar sus pies de la linea. Pero no, no. No te confundas: es todo parte del plan.
¡Y que ingenuos son esos que se creen grandes, esos que piensan que  pueden controlarlo!  Esos apenas son obreros, obreros que trabajan para su creación. Porque la máquina es su propio jefe, es nada y es todo, es como Dios. Un Dios hijo de la gente, de una persona, de una idea. Un Dios que nació un día pero que nunca va a morir. Porque una vez que la máquina se pone en funcionamiento, nadie podrá detenerla.



1 comentario:

  1. Lastima que no se puede aplaudir por aca y el clap clap me hace quedar como un pelotudo jaja
    Muy bueno!

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